TENDENCIAS

El fantasma de la recesión

El crecimiento de la economía colombiana en el 2022 alcanzó la positiva cifra del 7,2%. Sin embargo, al revisar el año completo los reportes indican que dicho incremento, se concentró con un 12,6% durante el primer semestre del año anterior, mientras que para el tercer trimestre del año bajó al 7,0% y en el último trimestre sufrió una drástica caída al registrarse un 2,9% afectando principalmente sectores como la construcción, la manufactura, el comercio y la agricultura. En materia de inflación el 2022 cerró con un índice del 13,2 %. 

La situación para el 2023 no se vislumbra favorable al sumar tanto las variables internas actuales como las externas que inciden sobre el devenir del país. La desaceleración de la economía nacional empieza a sentirse y para muchos economistas y centros de investigación su impacto será irrebatible, cuando no se espera que el PIB alcance un 2,0% y cuando el mismo Banco de la República fija un 0,2%, el indicador más bajo y pesimista en toda América Latina.

Por otra parte, agremiaciones como la ANDI señalan que el 47,1% de sus afiliados tenían previsto mantener en agosto de 2022 sus planes de inversión, mientras que en febrero de 2023 esa cifra se redujo al 27,5%, resultado fundamentado en la inflación, la tasa de cambio, los altos niveles de las tasas de interés y la incertidumbre en los campos político, económico y jurídico. A su vez, los reportes de Camacol correspondientes a enero de 2023 evidencian una caída histórica del 48% en las ventas de viviendas nuevas VIS y NoVIS frente al mismo mes de 2022, mientras que las obras iniciadas cayeron en más de un 25%. Las ventas de carros que a su vez son uno de los termómetros del comportamiento económico nacional, tuvieron del mismo modo un mal inicio y se dice enero de 2023 fue el peor mes de la última década.

La situación actual se ve nublada por los anuncios del Gobierno relacionados con el freno a las exploraciones de petróleo y gas, el cambio en el modelo de construcción de carreteras y las grandes obras de infraestructura, y las reformas a la salud, la laboral y la pensional, aspectos que incentivan el nerviosismo en el mercado. Así las cosas, aunque no haya indicadores de que la situación pueda mejorar en los próximos meses, tampoco se puede definir que todos los sectores del país terminarían golpeados por el fantasma de la recesión. Invitación a invertir con prudencia e ir revisando el comportamiento del mercado a lo largo del año, es el consejo para los viveristas en el país.